Esta fabulosa infusión de rooibos combinada con peras, manzanas y cáscaras de naranjas nos lleva a la isla de Corsica en 176, donde combinaban las frutas con canela, específicamente las peras, como Napoleón Bonaparte solía degustarlas.
Solo una taza de esta deliciosa combinación frutal nos transporta a las costas veraniegas de la pequeña isla del mediterráneo. Perfecta para degustar después de comidas con un toque dulce.
Para su preparación utiliza siempre agua potable o pobremente mineralizada.